¿Cuáles son los mayores dolores de empresas en Latinoamérica en los procesos de cuentas por pagar?
Usted que ha podido conocer en detalle los procesos de cuentas por pagar de muchas empresas no solamente en Colombia sino en Latinoamérica ¿Cuáles cree que pueden ser en general sus mayores dolores?
Todos hemos visto cómo las grandes corporaciones tenían unos protocolos muy detallados para la recepción de personas que venían a radicar facturas y estos sobres iban recorriendo el edificio hasta llegar a la contabilización y pago.
La primera migración es que en cualquier momento a usted le pueden enviar una factura electrónica porque los correos electrónicos no tienen horarios, entonces ahí viene un cambio gigante en la cultura.
Colombia no solo ha sido el país que más rápido ha implementado facturación electrónica, sino que fue el pionero en una propuesta de cómo recibir facturas.
Entonces, lo que empezó a suceder en muchas organizaciones muy grandes es que esas facturas las imprimían para surtir los flujos interiormente dentro del edificio.
Luego llega una pandemia que cambia la forma en la cual todos trabajamos y que terminó con una propuesta de la DIAN que nos dice que, para descontar ese gasto, usted debe enviar mínimo 3 eventos:
• Acuse de recibo de la factura.
• Notificar electrónicamente que recibió ese servicio de manera satisfactoria.
• Aceptación o rechazo de la factura electrónica.
Con esto se recibió una gran carga operativa asociada a generar eventos electrónicos. No solamente toca recibir la factura, validar internamente que sí es sujeto de pago, aplicar los impuestos para poder calcular exactamente cuánto se le tiene que pagar a ese proveedor y pagarle, sino que ahora, adicionalmente, hay que estarle reportando mientras se realizan esos procesos a la DIAN. Y si no se hace, resulta que esto se vuelve un gasto no deducible y no descontable.
Entonces, en ese sentido, para mí el principal dolor es que es un proceso muy desgastante.
Cuando salió la normatividad de la circular 0085, a las empresas les dieron 90 días. Entonces, en ese sentido, imagínense todo lo que han tenido que hacer hoy los departamentos de contabilidad para migrar a esta nueva operación.
Simplemente nos dieron 90 días para implementar esto y no ha habido ni siquiera espacios para sensibilizar buenas prácticas. Y es por eso que aplaudo mucho que Andesco haya abierto este espacio, particularmente este conversatorio que estamos teniendo.
Luis Miguel Zubieta
Director General
Invoway